Tuesday, 7 August 2012


Los objetos más voraces del universo

Por: Enrique Pallares Ronquillo

Todos hemos visto, ya sea de manera directa o a través de un telescopio, planetas, como Venus o Marte, satélites naturales como nuestra luna, estrellas como nuestro sol y quizá galaxias que son enormes conglomerados de estrellas, planetas, satélites, polvo y gas. Sin embargo, nunca hemos visto un agujero negro (AN) que son objetos que también existen en el universo pero que no podemos observar.

¿QUÉ ES UN AGUJERO NEGRO?

Un agujero negro es un objeto en el universo con una extraordinaria densidad cuyo campo gravitatorio es tan fuerte que ningún rayo de luz puede escapar de sus proximidades. El nombre de “agujero” se debe a que es una región prácticamente vacía, con toda su masa concentrada en un punto central y lo de “negro” alude a que ni siquiera la luz  puede escapar de su confinamiento gravitatorio, de la misma manera como nosotros no podemos brincar y con ese impulso alcanzar la Luna.

Cuando una estrella masiva explota como supernova, su residuo forma una estrella de neutrones, si su masa esta entre 1.5 y 3 masas solares. Pero si su masa es superior a tres masas solares, la estrella se sigue colapsando, esto es, se derrumba hacia su centro, se contrae por obra de su propia gravedad hasta formar un agujero negro. Por lo tanto, un agujero negro es el resultado final del colapso gravitatorio de una estrella de gran masa.

Al encogerse la estrella, el campo gravitatorio de su superficie será más fuerte y la velocidad de escape ascenderá a los trescientos mil kilómetros por segundo, que es la velocidad de la luz. A partir de ese momento, la luz emitida por esa estrella no podrá escapar al infinito porque será retenida por el campo gravitatorio.

Los agujeros negros son extremadamente densos. Para darles una idea haremos esta comparación: el sol, el cual tiene un diámetro aproximado de un millón cuatrocientos mil kilómetros, para formar un agujero negro se tendría que contraer o apretar su masa a una esfera tan solo de seis kilómetros de diámetro.  Algunos teóricos creen que el material en un agujero negro está comprimido a un punto singular de densidad llamado una singularidad.

Los agujeros negros, por definición no son directamente detectables, pues no emiten luz ni radiación detectable alguna. Sin embargo pueden ser inferidos indirectamente, como otros muchos objetos descubiertos por la ciencia, por los efectos que producen en su entorno.
Se piensa que estos objetos residen en el centro de muchas galaxias, incluyendo la nuestra, la Vía Láctea. En ella el movimiento de algunas estrellas parece indicar un agujero negro en el núcleo ¡con una masa aproximada de 2,600 000 masas solares o también 865,800 millones de veces la masa de nuestra Tierra! ¿Increíble, no?                                                                                                                                                             

El estudio de los agujeros negros construye un caso extraordinario de lo inobservable, en que la teoría ha ido siempre por delante de la imposible observación, aunque en los últimos años se acumula la evidencia indirecta de su existencia.            

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