Wednesday, 1 August 2012

EL MEJOR ALIADO DEL HOMBRE NO ES EL PERRO, SINO LAS VACUNAS

CAROLINA ZUBÍA DÍAZ
CURSO DIVULGACIÓN ESCRITA
INSTRUCTOR MARTÍN BONFIL
20 DE JUNIO DE 2012

Hoy en día, no existen avances científicos ni tecnológicos que superen en importancia la aplicación de las vacunas, ya que éstas son la mejor opción para tratar las enfermedades que se transmiten por contagio, aún antes de que se presenten, y pueden prevenirse, por ejemplo, las enfermedades llamadas propias de la infancia como el sarampión, la poliomielitis, la tos ferina, la difteria y la tuberculosis entre otras.



Las vacunas son sustancias elaboradas a base de microorganismos de la misma enfermedad que provocan, y que una vez aplicadas, buscan despertar en las personas una reacción que se conoce como respuesta inmunológica, es decir, se aplica una cantidad de vacuna que resulta inofensiva y que contiene el virus o la bacteria que provoca la enfermedad como por ejemplo la tuberculosis.



La aplicación de las vacunas permite que el cuerpo humano vaya conociendo el microorganismo causante de las enfermedades, para que, al estar en contacto directo con alguna otra persona enferma producirá un defensa menor como respuesta contra el microorganismo que causa la enfermedad, por ejemplo en el caso del sarampión la respuesta que se tiene después de aplicada la vacuna se manifiesta de manera externa con fiebre, malestar general y decaimiento.



Mientras tanto, se lleva a cabo una lucha interna en el cuerpo humano por atacar el microorganismo recién llegado a través de la vacuna y una vez que el organismo de la persona aparentemente sana haya reaccionado ante el microorganismo de la vacuna, se dice que el cuerpo ya está preparado para cuando se ponga en contacto con una persona enferma, en este caso el del sarampión, así al entrar en contacto con el microorganismo el cuerpo ya lo conoce, por lo tanto se dice que lo reconoce y por lo tanto la respuesta es menor y se elimina la preocupación al estar en contacto con el enfermo.



Se dice, que aún y cuando una persona se encuentre aparentemente sana, no está exenta de padecer cualquier enfermedad infectocontagiosa a que esté expuesta por el riego de contagio, ya que las enfermedades no diferencian edad, género, condición socioeconómica, religión, etc.



Las vacunas se deben aplicar a todas las personas a distintas edades, se aplica desde el momento mismo del nacimiento, como la vacuna contra la poliomielitis también llamada Sabin, en niños lactantes, preescolares y escolares se les aplican las vacunas contra la difteria, tos ferina, neumococcica, rotavirus, sarampión, influenza y parotiditis; a los adolescentes se les aplica la vacuna contra la influenza y hepatitis; a las adolescentes y mujeres con vida sexual activa, se les aplica la vacuna contra el virus papiloma humano (VPH); a las mujeres embarazadas se les debe aplicar la vacuna del tétanos, también a las personas que sufren de heridas por objetos o material contaminado se les aplica la vacuna del tétanos; a los adultos mayores se les aplica la neumococcica y se dice que hasta existen vacunas para la caries.



Las vacunas no sólo tiene un efecto preventivo de enfermedades, sino también han tenido un uso curativo en otras enfermedades por ejemplo, la vacuna de la poliomielitis es de uso curativo para el herpes labial simple.



Existen vacunas en presentación de gotas para tomarse por la boca e inyectables que se aplican en brazos y piernas.



Vacunarse es un derecho de todas las personas.

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