¡Mi mascota es una cucaracha bebé!
Por Humberto Fuentes Huerta
Un día mi papito y yo, barríamos el patío de la casa, yo jugaba cerca de una alcantarilla, entonces entre las rejillas, vi que había una bolsita de color oscuro, como el café que mi papi se tomaba todas la mañanas, cuando le dije ¡Papi! ¡Papi! ¡Ven, corre! Él dejó la escoba y de dos grandes saltos llegó a donde estaba y me abrazo para levantarme, pensando que me había caído, porque estaba arrodillada, viendo las rejitas de la alcantarilla.
-¿Qué es eso papi?- le pregunté, mientras él se asomaba a la alcantarilla.
-Hay hija, es un huevito de cucaracha, hay que ponerle veneno- respondió.
-¡No! le grite ¡Pobrecito, si es un huevito! Mientras él me miraba, le pregunté: entonces, nacerá una cucarachita y será bebé ¿verdad?
-Mmmm bueno, podemos decir que…
Mira hija, sólo debes de saber que bebé, eras tú al momento de nacer, hoy tienes 5 años, pero tu primito de 3 meses de nacido, él sí es bebé todavía; los insectos no se pueden llamar bebé, pero te dejaré ponerle ese nombre: “Cucarachita bebé”. Así que, sí hija, podemos decirle ¡Cucarachita bebé!- me contestó frunciendo el ceño. Pero luego, me dio esa gran sonrisa.
-¿Me dejas hacerle una casita y que yo la cuide? Se me quedó viendo y me dijo…
Te acuerdas que tenemos esa vieja pecera guardada en la lavandería, vamos a ponerle allí y la taparé bien, para que puedas verle nacer. Yo estaba feliz.
Después de discusiones con mi mamá, que no le gustaba la idea, me dieron permiso para tenerla, y mientras mi papi le ponía tierra y unas piedritas simulando una casita, con una cuchara larga de plástico desechable tomó el huevito y lo colocó entre las piedritas. Luego mojó un poquito la tierra, y tapó muy bien toda la pecera con cinta adhesiva de color negro mientras me decía…
Mira Paola, no podemos permitir que tu cucarachita se salga de la pecera, porque este insecto vive en condiciones en donde todo está sucio y puedes enfermar. Si la cucarachita trata de escapar por el techo, el pegamento de la cinta de aislar la contendrá. ¿De acuerdo? Me explicaba mientras preparaba la pecera.
Pero lo más bonito es que más tarde, mi mami llegó con un libro a la recámara; mi papi acomodaba la pecera en una mesa de madera a un lado de la ventana en mi cuarto. Ambos me miraban y se sonreían. Yo tomé el libro que mi mamá tenia entre los brazos con dibujos de insectos.
-¿Qué es lo que dice este libro? ¿Es un cuento? Le pregunte.
Ella me miró, se sentó a mi lado y me dijo…
Mira Paola primero nos da gusto, porque parece que de grande serás una científica que le gustará observar y estudiar a los insectos. Cuando creces, nosotros aprendemos también de ti de lo que te gusta hacer y de lo curiosa que eres; por eso te dejamos tener la cucarachita, para que aprendamos de ella y puedas comprender cuáles insectos no te hacen daño. Pero que sí debemos evitarlos, el que permanezcan en la casa, nos pueden hacer enfermar.
Ahora mira, me dice mi papá…
Un médico puede ser también un científico y cuando te sientes muy mal, él te revisa, y busca que ya no te duela y mejores, para eso te da medicinas, para que te puedas curar. El escribía en una libreta y me la mostró mientras me decía…
Los niños son muy curiosos, y preguntan el ¿por qué? De todo, es la manera en que van conociendo el mundo que les rodea. Por ejemplo te acuerdas cuando me preguntaste ¿cuál era la forma del mundo? Y te expliqué que el mundo es como una pelota? Bueno, ahora todos los días, en esta libretita voy apuntar las cosas que me digas que pasan, con el huevito de tu cucarachita bebé y así sabremos cómo es que un pequeño huevo se convierte en una cucarachita. Pero primero debes de saber que el nombre correcto para el huevito es “Ooteca” En su interior hay muchos huevitos, realmente lo que ves es una bolsita endurecida que los envuelve para protegerlos.
- Todo estaba bien, pero me desesperaba porque el huevito solamente se movía; como mi papi dijo, un buen científico tiene que saber ser paciente para observar, aún no comprendía qué era observar, hasta que él me explicó colocando dos muñequitas sentadas en la ventana de mi recámara, me preguntó ¿Cuál es el color del vestido de cada una de las muñecas?, ¿Cuál es más grande de las dos? Yo le respondí correctamente, y el agregó…
Pao, cuando ves algo, sólo lo miras, pero cuando ves algo y te preguntas cosas como si es grande, es chico, entonces estas observando, haber dime: ¿qué observas de la Ooteca?
Me quede pensando y le dije… Cada día se mueve mucho más, y se hace más grande.
Bueno entonces, comentó… Vamos a anotarlo en ésta hoja, y escribiremos; la Ooteca a los 2 días se mueve mucho. ¡También se hizo más grande! Le grité contenta mientras daba de brincos. Él lo apuntó en la hoja. Así, observamos lo que está sucediendo y lo vamos registrando, dijo mi papi.
-¿Por qué se hace más grande?, ¿Por qué su color es menos oscuro?, ¿Por qué no se mueve igual?
- ¡Mira se mueve más de esta esquina que de la otra!- le dije.
-¡Huy hija!- dijo
- Son muchas preguntas que tenemos que responder, así que ahora mejor vamos a organizar y clasificar, todo lo que se nos haga nuevo, sobre qué sucede con la Ooteca, mientras crece.
Luego se sentó a mi lado y me explicó que las respuestas a nuestras preguntas se llaman información, y tenemos que organizarla. Lo miré porque no comprendía nada, y continuó diciendo ¿ves aquellos libros en tu escritorio? De un lado están los libros que usas para la escuela, y del otro están los cuentos que te gustan de princesitas. Eso es organizar; la manera en que los pusiste y acomodaste con tu mamá, pero dime ¿qué diferencia tiene el cuento de esta princesita, con el de esta otra?
-En el primero la princesita no tiene príncipe, porque se lo llevó la bruja y lo escondió, y en el segundo la princesita se casó muy feliz con su príncipe que le compró un castillo.
- ¿Cómo sabes que el príncipe lo tiene la bruja?, Me preguntó.
-Es que en el cuento, le dijo un hada a la princesita dónde vive la bruja, y cuando la princesita fue, entonces lo pudo encontrar, pero la bruja no lo ha soltado.
-Bueno hija, encontró la casa de la bruja, porque su amiga (Ada) le dijo. Así supo cómo encontrarlo; tenía señas que le hicieron llegar para encontrar la casa de la bruja a eso se le llama información. Así que vamos a ordenar las preguntas que me haces para organizar la información ¿de acuerdo?
Moví afirmativamente mi cabeza y le pregunté…
¿Para qué hacemos todo esto?, ¿Por qué, simplemente nos sentamos a mirar qué pasa?
-No Paola, cuando observas y luego organizas tus preguntas, además de como ordenaste tus libros, puedes saber qué puede suceder.
- ¿Papi, pero si nacen dos cucarachitas?
- ¿Quieres tener dos cucarachitas hija?
-¡Si! - le dije con gusto.
-Bueno Paola, pero entonces tenemos que observar para comprobar que lo que creemos pasará. Y podremos comprobar si la Ooteca que pusimos en la pecera, nacerá una cucarachita o dos. Acuérdate, cuando piensas que pueden ser dos cucarachitas, y resulta que son dos, entonces estás comprobando lo que pensabas; cuando hiciste la pregunta de ¿cuántas nacerán? Dime, si a la pecera del pescadito Lolo, le lanzarás una piedra, ¿qué pasaría?
-Hay papi, ¡pues se le sale toda el agua!
-Mi padre tomo una piedrita de la pecera de Lolo, y me la dio, me dijo que no es muy grande, y me animó para que la lanzará para pegarle a la pecera. Asombrada me le quede viendo, mientras tomaba la piedra pequeñita, y sin esperar a que me volviera a decir, le pegué a la pecera con la piedra, pero no se quebró, y azorada le dije ¡papi no se rompió!
-¡Claro hija! No se rompió porque es de un plástico muy grueso que resiste el golpe que le diste, por eso te lo permití. Tú pensabas que se quebraría y no fue así; eso es comprobar y podemos tener resultados diferentes a lo que uno cree que sucederá. Ahora dime ¿cuántas cucarachitas nacerán, dos o una?
Me quede viendo el huevito, y le dije… ¡Caracoles! Son dos, mira, ahora el huevito se mueve de un lado y también del otro.
-Le pregunté ¿Caben dos en el huevito?
-Puede ser Paola, me respondió mientras acercaba su rostro a la pecera para ver más de cerca la Ooteca; Argumento, sólo hay que esperar para saber qué vamos a decir cuando nazca, acuérdate tenemos qué…
-¡Comprobar! le dije gritando y saltando otra vez.
-Sabes Pao…
Me dijo, por lo que podemos observar, casi creo que serán dos cucarachitas, así que prepárate para darle la sorpresa a tu mamá.
A la mañana siguiente, salí corriendo muy rápido, bajando las escaleras, era muy temprano y apenas salía el sol. El huevito se había abierto. ¡Por fin! Papi, papi, mami, mami… grité con fuerza. ¡Ya se abrió el huevito! Y mientras mi mami se ponía los zapatos, me preguntaba: “-¿Cuántas nacieron Pao?”
- Y gritando y bríncando de emoción, le respondí: “¡Muchísimas! ¡Son muchas muy chiquitas!
Como era fin de semana y no tenía clases, me puse con mi Papá muy apurada a sacar la pecera del cuarto y la llevamos a una casita de muñecas en donde siempre juego, y mientras acomodaba la pecera me decía…
Aquí vamos a poner un laboratorio improvisado, porque esto ya se convirtió en algo más serio. Ahora lo que tenemos es una mamá muy enojada y más preguntas, así que vamos a anotar todo lo que estamos haciendo. Primero tener un espacio controlado al que le llamaremos nuestro laboratorio; es un cuarto en donde un científico puede hacer sus experimentos, como nosotros, y vamos a tratar de saber qué alimento prefieren más tus cucarachitas bebés.
-¿Y todas son hermanitas?
-Sí, hija. Pero digamos mejor que son de una misma Ooteca que contenía varios huevitos.-me respondió.
Así que sacó una silla para él y otra para mi y las puso enseguida de la casita. Sentados en el patio, con nuestro laboratorio habilitado, mi papi me dijo:
-Los científicos que estudian a los insectos se les llama Entomólogos y son los que observan y sacan conclusiones de los insectos; a las cucarachas bebé se les llama insectos.
-¿Todas? -Le pregunte ingenua.
-Si Paola a todas.
-Esa palomita en el árbol y la lagartija que vimos en el parque ¿también son insectos?
-No hijita, la paloma es un ave y la lagartija es un reptil. No son insectos. Sabemos que una Ooteca de cucaracha puede tener muchas cucarachitas. Y que son duras por fuera porque no tienen piel. Toca tu brazo. ¿Ves cómo puedes estirar la piel?
-Sí.-le contesté mientras me jalaba la piel, con mis dedos.
-También mira la foto del libro, las cucarachitas que están muy chiquitas no se les llama bebés, se les llama, Ninfas, y no nacen de un huevito sino de una cápsula. Y mientras me decía metió la mano a la bolsa de su pantalón y sacó una medicina de dos colores, blanco de un lado y rojo de otro. Aquí tienes una cápsula de medicina. ¿Ves cómo se parece la Ooteca a una cápsula de medicina? Por eso se le llama cápsula, y cuando crezcan y sean adultas dejan de ser ninfas y se llamarán solamente cucarachas. Hay muchos tipos de cucarachas, unas son orientales, otras de raya, otras alemanas, y tus cucarachas son americanas.
Pasaron dos meses ya mi papito se había llevado a todas las cucarachas con un amigo, que me dijo que estarían en un mejor lugar, y nosotros también, porque así no estaríamos en riesgo de enfermar. Pero me dejo tener una cucarachita, que vivía muy feliz en su casita hecha de tres piedritas. Después de llegar de vacaciones de una semana, al entrar a mi cuarto, vi que la cucaracha se puso blanca, y le dije a mi Papi, que al consultar el libro y escribir en el diario de Cucara, como le nombramos, y anotamos en el libro, donde escribíamos todo lo que pasaba; mi Papi me dijo que las cucarachas americanas son las que hay en Chihuahua y salen de las cañerías, porque la cucaracha chiquita que gusta de andar en la cocina, esa es de la clase de raya también me enseño que si ves una cucarachita de esas en la cocina, entonces el problema, ya es un problema de plaga. Me decía….
Lo que pasa con esto Paola, es que ¡todo está sucio! Y el problema es de desinfección, es señal de que tienes cientos de cucarachitas en tu cocina, entonces, tienen que venir a desinfectar todo, trastes, platos, piso, paredes porque si no lo haces, nos podemos enfermar.
-¿Entonces estamos sucios nosotros?
-No hijita, porque desde un principio previmos que no saliera de la pecera, y le hicimos su casita, es por eso que me la lleve con mi amigo para que la pusiera lejos de la casa en donde no corríamos riesgos, Cucara realmente es otro tipo de cucaracha mira: ¿la vez más gordita?
-¡Si! -le dije.
-Y mira le creció más la cabecita y no tiene antenitas muy grandes.
-¿Y por qué esta blanca?
-Pao, Cucara, tiene como tú, que crecer, pero cuando eres más grande, la piel también se hace grande. A ver, estira los brazos todo lo que puedas. ¿Ves que la piel se estira contigo? -Sí -le respondí. Eso no pasa con las cucarachas, Cucara no puede hacerlo porque no tiene piel, tiene algo que se llama exoesqueleto, es un huesito. Mi Papi entonces saco una calaca de Halloween y me dijo…
-Esto es lo que hace que tu brazo este duro y puedas cargar cosas, se llama hueso. Las cucarachas como los insectos, tienen los huesos por fuera, y esto se llama exoesqueleto.
-¿Tienen alas? –pregunté.
-Sí, Paola. Pero sólo las cucarachas adultas tienen alas y pueden volar, pero como están gorditas, no son buenas para volar, y chocan con las cosas, por eso son muy buenas para correr. Y si ves que tu cucarachita es gordita y cabezona es porque Cucara es un tipo de cucaracha que puedes tener como mascota, porque es una cucaracha de Madagascar, no son tan feas, y se venden en las tiendas de animalitos como mascotas, de allí viene Cucara. ¿Sabes? Cucara es un insecto muy adaptado al mundo en que vivimos, puede comer yeso, madera, cuando no hay comida, también tienen todas las cucarachas algo muy especial… Mi papi se levantó y destapó la pecera de plástico diseñada para insectos. Voy a tocar a Cucara, y ve lo que sucede.
Con el dedo tocó a Cucara que se encontraba arriba de una piedra y en cuanto sintió el dedo de mi Papá salió corriendo directamente a las partes más húmedas de la tierra en su pecera. Lo hicimos varias veces y siempre hacia exactamente lo mismo.
-A nosotros las cucarachas se nos hacen muy feas, pero la verdad es que, lo que las personas no sabemos, es que las cucarachas no toleran que las toquemos, y por eso salen corriendo buscando donde está más húmedo como si quisieran bañarse- dijo mi papi.
Lo que más me gustaba de Cucara era cuando le daba croquetas de perrito remojadas en agua, y con una lupa grande que mi papi pego en uno de los vidrios de la pecera, podía verla comer. Después cuando nos encontrábamos comiendo en la mesa, le dije que vi cómo comía Cucara, y como comíamos un sándwich, hice dos mordidas al pan, una junto de la otra, y le dije.
-Mira papi, así deja la comida Cucara cuando la muerde.
-Si hija, es porque Cucara, tiene su boquita diseñada para morder el alimento, no tienen dientes, pero si unas tenacitas que dejan un rastro similar al que haces en el pan.
Pasó el tiempo, crecí y grabé ese recuerdo de mi padre, haciendo un esfuerzo por enseñarme lo que la ciencia en entomología contribuye para saber más de los insectos, que de algún modo compartimos nuestro espacio, ellos son los mayores pobladores de nuestro mundo y tenemos que comprender ¿qué pasa?, ¿qué les beneficia y perjudica?
Un día ya casada y nacida mi hija y encontrándome sentada en el patio me gritó mientras barría, y me dijo…
¡Mira Mamá, lombrices!, me levanté, me senté a su lado y le dije… ¿Hija quieres que te enseñe a hacer composta?
¿Hacer composta?
Humberto Fuentes Huerta